
Un beso que dure sólo unos segundos, pero lleno de emoción, de pasión y Vida, puede llevarte a suplicar a tu amante, a ese que deseas, mucho más que abrazos, y caricias.
Porque, ciertamente, nunca queremos que un beso se termine. Porque, en sí, te hace sentir lo que siente el otro, te hace querer más, y provoca en cada uno las más fascinantes sensaciones.
Un buen consejo, sería empezar tranquilos, relajados, despacio, provocando y tanteando el terreno, para luego aumentar la pasión, ayudada también junto a la tensión sexual.
Hazlo sin prisas, sin miedos, olvidando lo exterior, lo que hay fuera, convirtiéndote en uno sólo. Eso sí, sin olvidar que los besos apasionados son vitales para mantener viva la llama sexual en nuestras relaciones.
Y es que, si hace tiempo que estás con tu pareja, y os besáis poco, no lo dudes: pide a tu pareja que te bese como deseas, o incluso pregúntale qué desea más.
Toma nota y, simplemente… disfruta.
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