Predecir al cien por cien el futuro de un matrimonio a partir del momento del sí quiero no es nada sencillo, de hecho, es imposible saber qué pasará dentro de cinco años. Pero existen parejas que se casan con una base poco sólida como muestra el caso de parejas que se casan y se separan poco tiempo después. En Son Pareja, reflexionamos sobre las preguntas que debes responder antes de casarte.

¿Realmente le conoces y sabes quién es?

Casarte con alguien implica estar en la fase realista del amor, es decir, haber superado el periodo del enamoramiento en el que todo es ideal. En esa fase, es un riesgo planificar una boda. Por otra parte, para casarte con alguien deberías haber dado el salto de saber cómo es en realidad tu pareja y no quedarte, únicamente, en cómo te gustaría que fuera.

Conocer a una persona implica ser consciente de sus virtudes pero también, de sus defectos y quererle con todo lo que ello representa. Los defectos de una persona no van a cambiar por el simple hecho de haberte casado con ella.

¿Su proyecto es compatible con el mío?

Formar una pareja es apostar por un proyecto de vida en común. Para evitar sorpresas inesperadas es importante que hagas todas las preguntas que consideres oportunas a tu pareja antes de casarte para saber si su esquema de vida encaja con el tuyo. Una de las preguntas básicas que debes hacerle es si quiere tener hijos o no quiere tenerlos.

¿Somos compatibles?

Haz balance de todo aquello que te aporta tu pareja y de lo que tú le aportas a ella. Escucha tu sentimiento interior porque lo ideal es que si has encontrado a la persona adecuada te sientas en paz y tranquilo contigo mismo. Si a nivel interno tienes algún tipo de lucha, un conflicto sin resolver o malestar cuando piensas en la boda, entonces, afróntalo.