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martes, 30 de septiembre de 2014

El Ritmo

Este método se basa en la abstinencia del coito (acto sexual) durante el período fértil de la mujer.

La ovulación suele producirse en un ciclo de un mes, a los 14 días de la próxima menstruación. Para que este método no falle, los ciclos de la mujer
deben ser muy exactos y regulares, pues aunque lo normal es que un óvulo dure vivo sólo 24 horas, se han identificado espermatozoides móviles hasta siete días después del coito, lo que ha provocado embarazos aún tres días antes de la ovulación.

Para conocer los días de abstinencia, se debe restar 18 días a la duración de las doce menstruaciones anteriores y 11 días a la duración del más corto. Es decir, si los ciclos femeninos varían entre veintiséis y veintinueve días, la pareja debe abstenerse de la relación sexual desde el día ocho hasta el día dieciocho de cada ciclo. Otra forma de sacarlo, pero que no resulta tan segura, es que sólo se puede realizar el coito una semana antes, durante y una semana después de la menstruación.

Un método que se complementa con este y que aumenta su efectividad es el que parte de la medida de la temperatura corporal basal de la mujer, en las mañanas. Antes de la ovulación, la temperatura se eleva un 0,5°C desde un nivel bajo hasta un nivel más alto tras la ovulación, normalmente mayor a 37°C. La pareja debe abstenerse del contacto sexual entre las 48 y las 72 horas posteriores al ascenso de la temperatura.

Un método diferente que se ha utilizado para aumentar la efectividad, es la observación del moco cervical (vaginal). Éste aumenta normalmente cuando se acerca el período de ovulación. Una forma que se ha intentado defender para evitar los embarazos es el método sintotérmico que consiste en la combinación entre los cambios en la mucosidad cervical y las oscilaciones de la temperatura.

Si bien esta técnica, garantiza la total salud de la mujer, pues no tiene efectos secundarios y se considera un procedimiento natural y por lo tanto no se condena ni religiosa ni moralmente, presenta el inconveniente de que su efectividad no es la más alta, sino al contrario. Su índice de fracaso se sitúa entre el 15% y el 25%. Cuando se utilizan además los métodos de temperatura o de mucosidad o ambos (método sintotérmico), el índice de error baja aun 10%, pero de igual forma resulta muy arriesgado.

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