Muchas son las personas que a la hora de alimentar sus relaciones sexuales piensan en adquirir un juguete sexual, pero al momento de comprarlo se preguntan si sus parejas estarán dispuestas a aceptarlo, o se sentirán intimidadas, con el mismo.

Lo cierto es que a la hora de comprar un juguete sexual, en el caso de la pareja ambos deben conversarlo para que nadie se sienta mal, ya que el mismo no tiene porque desplazar a nadie y se puede utilizar en diferentes momentos de la relación sexual, tanto para estimular a la pareja, como para poner en práctica alguna fantasía muy hot.

Si bien todos los juguetes sexuales tienen un fin orgásmico, se los puede utilizar en el juego previo, complementado con caricias, besos y demás estímulos para alcanzar un climax duradero y que permita que ambos integrantes de la pareja puedan disfrutar, al máximo de la experiencia.

Tanto hombres como mujeres deben recordar que los juguetes sexuales son solamente eso, UN JUGUETE, que jamás cumplirá la función que tiene cada integrante de la pareja, son ideales para intensificar el placer, pero no dan besos, no acarician, ni tienen sentimientos, por lo que siempre hará falta un compañero/a para disfrutar completamente de una buena relación sexual.