Luego de tener un bebé, el organismo femenino continúa sufriendo diferentes tipos de cambios, sobre todo cuando son padres primerizos, ya que el hombre debe acostumbrarse que su compañera no tenga todo el tiempo del mundo para él, y deben adaptar su intimidad al nuevo integrante de la familia.

Muchas veces la llegada de un hijo, puede interferir en las relaciones sexuales de una pareja, pero esto no supone que sea algo demasiado preocupante ya que ambos estarán muy ocupados atendiendo al bebé que acaba de llegar, y poco a poco volverán a su ritmo habitual a medida que el niño crezca.

El tiempo posterior al parto, suele ser necesario para que la madre se recupere físicamente, luego del trabajo de parto, el deseo sexual de la mujer suele verse opacado muchas veces y el hombre se siente inhibido frente a la presencia del pequeño en la habitación, por eso cuesta mucho que la intimidad vuelva a ser como antes.

De todos modos, los especialistas siempre recomiendan que se respete el puerperio, o sea los 40 días posteriores al parto, antes de retomar la actividad sexual, para que la madre se recupere tanto física como emocionalmente, aunque esto dependerá mucho de cada pareja y de su capacidad de adaptación para recuperar nuevamente la intimidad.