“Sensis condoms” es la idea de un arquitecto estadounidense, Beau Thompson, que un día, estando en una fiesta, tuvo problemas para colocarse el látex cuando llevaba un par de copas de más: ”Quise ponerme el preservativo pero no veía nada. Traté de abrir un poco la ventana para aprovechar la luz de la calle pero no se veía bien. No sé si era por el alcohol que tomé o por la falta de luz. Fue entonces cuando empecé a darle vueltas a la idea”.

Y, tras seis meses de pensarlo, surgió la idea de crear este innovador preservativo, que acopla dos tiras de plástico que sirven para tirar del preservativo y colocarlo correctamente. “Llevo toda la vida trabajando en la construcción y mis conocimientos en arquitectura me ayudaron a idear las tiras que hacen que el preservativo baje de una forma más rápida y sencilla”, afirma Thompson.

El invento, además de evitar incidentes similares a otros beodos del mundo, también le ha reportado beneficios económicos a su creador, que fundó, con otros socios, una empresa para comercializarlo.

El preservativo, que está hecho con un látex especial, proveniente de Malasia, propicia que ya no valgan las excusas de la poca visibilidad o el alcohol a la hora de consumar el coito.