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Se quieren, algunos incluso tienen hijos, pero por motivos de trabajo, cientos de kilómetros les separan. Una situación que obliga a varias parejas a poner en práctica nuevas estrategias y habilidades para aprender a vivir con la ausencia del otro.
Amores lejanos
"Dicen que la distancia es el olvido..." y aunque así comienza un conocido bolero, esta idea no se cumple en todas las parejas, ya que por diferentes motivos hay muchas que mantienen una relación sentimental a distancia.
"Si la pareja está unida y su vínculo afectivo emocional es fuerte, vivirán este alejamiento como una etapa más en su relación sentimental, llegando incluso a consolidarla más. Esta experiencia vital también les beneficiará mucho a nivel personal, porque ambos deberán poner en práctica nuevas estrategias y habilidades para aprender a vivir con la ausencia del otro. En definitiva, serán conscientes del esfuerzo personal y económico que están realizando para mantener vivo su amor", comenta la psicóloga clínica Laura Herrero, del Gabinete Istingorra, de San Sebastián.
Idealización: Sin embargo, el mayor problema que deben superar estas parejas es el desapego y la falta de contacto físico. "En la distancia se tiene tendencia a idealizar la relación de pareja. Ambos miembros suelen potenciar en exceso las virtudes y las cualidades de sus compañeros sentimentales influidos por la tristeza que les produce la distancia. Cuando se reencuentran, el choque con la realidad suele ser tan fuerte que a veces se producen importantes crisis. Además, al llevar vidas tan distintas, en culturas diferentes, con otro idioma, puede producirse un alejamiento en el proyecto de vida en común y, una vez que sucede esto, es muy difícil que vuelva a haber acercamiento entre ambos cónyuges, porque sus objetivos vitales han cambiado", señala el psicólogo clínico Esteban Cañamares, sexólogo y especialista en temas de pareja.
Comunicación y confianza
El calor de tu cuerpo: Otro aspecto esencial de la pareja que también se ve afectado por la distancia es el sexo. La especie humana necesita el contacto físico, tocar y ser tocado. De ahí que estas parejas no funcionen eternamente porque les falta la mayor muestra de nuestra expresión y afecto: las relaciones sexuales.
Además, el motor de estas relaciones es la esperanza por el reencuentro. "Si ambos pierden la ilusión por estar juntos algún día, esta historia se termina agotando", puntualiza la psicóloga María Jesús Álava.
La fórmula mágica para sobrellevar una historia de amor en la distancia se basa, según los expertos, en una comunicación fluida y sincera, y en una confianza mutua en la relación, en el otro miembro y en uno mismo. Sólo así se resolverán los malentendidos y las malas interpretaciones que surgen de no ver cara a cara a tu pareja.
"En estos casos, lo mejor es aclarar cuanto antes este tipo de situaciones, decírselo todo, siempre con respeto, y no guardarse nada para evitar futuros reproches. Además, la pareja a distancia debe incrementar su dosis de tolerancia, flexibilidad, comprensión y apoyo mutuo", afirma Laura Herrero.
Vivir juntos o alejarse
Los riesgos de mantener una relación sentimental de estas características son varios:
a) La falta de apego.
b) La carencia de apoyo.
c) El temor a una infidelidad.
d) Una mayor probabilidad de olvidarse del otro y mantener una vida diferente en la que no se comparten actividades ni proyectos comunes.
En ocasiones, la distancia pesa demasiado en la relación sentimental y la pareja entra en crisis. Esto es lo que le sucedió a Ana María Calvo y a Jaime González, de 29 y 33 años, respectivamente. Esta pareja de psicólogos vive su amor a distancia desde hace casi siete años entre Madrid, donde vive ella, y Santander, en la que él reside.
"Los continuos viajes, los bonitos reencuentros y las interminables llamadas de teléfono no nos llenaban emocionalmente. Nos dimos un tiempo para reflexionar sobre nosotros, nuestra relación y pensar en el futuro. Decidimos seguir, aunque separados, pero con un objetivo claro, vivir juntos allí donde ambos tengamos trabajo", cuenta Ana María.
Seguir juntos o separados: Ésa es la cuestión que se preguntan estas parejas cuando llegan a un determinado punto de su relación. "Por lo general, las parejas llegan a una etapa en que se plantean unirse o romper. Esta decisión debe tomarse con calma, pensando en las ventajas o en los inconvenientes que conlleva este importante paso y reflexionando en cómo va a afectar a ambas partes. En definitiva, la opción que se elija debe beneficiar a los dos miembros de la pareja", concluye Herrero.Claves para mantener el amor a distancia
La psicóloga María Jesús Álava aporta una serie de recomendaciones para evitar las crisis y el desinterés que puede producirse en este tipo de relaciones, marcadas por el alejamiento:
1. Actuar con generosidad: Tanto el miembro que se queda en la ciudad de origen como el que se marcha deben ser tolerantes, flexibles y comprensivos, aunque a veces las condiciones no son fáciles ni favorables. Interesarse por lo que el otro hace a diario.
2. Realizar constantes muestras de afecto: La pareja debe esforzarse en positivo, desde los sentimientos y las emociones, no desde lo negativo como los reproches. Es necesario que expresen a diario lo mucho que se quieren y se echan de menos para fortalecer su vínculo afectivo. Pedirle consejo al otro cuando se necesite.
3. Evitar imponer nuestro criterio: Ambos miembros pasarán por momentos duros y difíciles, pero esto no debe llevarles a imponer su criterio ni intentar manipular al otro para que regrese o hacerle sentir culpable por estar lejos de su pareja y de sus hijos.
4. Evitar las mentiras: Los engaños duelen mucho, sobre todo cuando se intentan ocultar y a la larga se descubre la verdad. Una mentira puede matar una relación que esté en un momento crítico.
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