Uno de los enemigos más silentes y peligrosos del placer sexual es la rutina. El sexo es una planta caprichosa que gusta de la novedad y que se mustia con los hábitos repetidos. Cuantas veces hemos oído en consulta lamentos de parejas que sienten que su vida sexual languidece; que su universo erótico se puebla de monotonía.

La rutina acecha en el tiempo y el espacio: Fin de semana en la cama, a la hora de dormir, suele ser el escenario repetido por las parejas establecidas. Cuando la improvisación de otros tiempos se acomoda al confortable dormitorio, hay que tener cuidado para que, lo que un día fueron frenéticos abrazos, no se convierta en caricias mustias y sosas.

No estamos haciendo un canto a la novedad como exaltación de la pasión. Los humanos somos tan previsibles que cambiar de pareja continuamente puede resultar tan aburrido como convivir con la misma. La clave para salir de esta rutina esta en la actitud que tenemos hacia la vida y por ende, hacia el sexo. Se dice que se hace el amor como se vive. No estamos seguros de que eso sea verdad, pero como frase no queda mal.

Si no quieres que el aburrimiento mine tu vida sexual, espabílate y dedícale un poquito de tu inteligencia, tu imaginación, tu tiempo. En fin, dedicamos nuestra energía al trabajo, las relaciones sociales, el deporte, etc., etc., ¿Cuándo pensamos en nuestro placer sexual?

¿La rutina se ha instalado en tu vida sexual? ¿Cómo haces para que tu vida sexual no se convierta en una rutina? ¿Qué hace aburrida la vida sexual? ¿Recuerdas alguna época especialmente aburrida?