Vaginitis que no limite tu placer

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Inflamación, dolor, sensibilidad, comezón, ardor y secreciones de mal olor son tan sólo algunos de los síntomas provocados por la vaginitis, la cual puede ser causa de factores como las bacterias, los hongos, los virus, los elementos químicos de las cremas y atomizado res y, algunas veces, también puede presentarse por la trasmisión de microorganismos de una pareja sexual a otra.

El ambiente vaginal se encuentra bajo la influencia de muchos factores, entre los que se incluyen la salud de la mujer, su higiene personal, los medicamentos, las hormonas (en especial el estrógeno) y la salud de su compañero sexual. Un cambio en cualquiera de esos factores puede desencadenar la vaginitis.

LOS TIPOS DEL PADECIMIENTO

Pero no todas las vaginitis son iguales, existen de diversos tipos y cada uno tiene una causa variada y puede presentar síntomas diferentes, por lo que suele resultar difícil determinar un diagnóstico. Además, es posible que se presente más de un tipo de vaginitis al mismo tiempo, con o sin síntomas. De manera general se podría decir que existen seis tipos de vaginitis, y su clasificación depende del tipo de síntomas que se presentan.

VAGINITIS NO INFECCIOSA

Es ocasionada por reacción alérgica o irritación, malestares que se presentan cuando se recurre a lavados vaginales muy frecuentes, uso de desodorantes íntimos, jabones perfumados y contacto con ropa interior confeccionada con materiales sintéticos o que fue lavada con productos suavizantes. Esta categoría también incluye la llamada “vaginitis atrófica“, afección que se presenta como consecuencia de la disminución de hormonas durante la menopausia, extirpación quirúrgica de los ovarios, terapia de radiación o después del parto, pues la falta de estrógeno s reseca y adelgaza los tejidos vaginales.

Sus síntomas son:

  • Comezón
  • Ardor
  • Flujo
  • Dolor vaginal, especialmente durante el coito (penetración).

Para tratar la vaginitis no infecciosa generalmente se recomienda aplicación de cremas y administración de tabletas, ambas con estrógenos, ya que ayudan a restaurar la lubricación y disminuyen dolor e irritación.

VAGINITIS POR HONGOS

Es causada por los hongos llamados Candida, los cuales normalmente viven dentro de la vagina en cantidad moderada, sin embargo, cuando cambia el nivel de acidez de esta zona comienzan a reproducirse y dan lugar a infección. Este desequilibrio puede tener su origen en la administración de antibióticos potentes, embarazo y diabetes.

Sus síntomas son:

  • Secreción de flujo espeso, blanco y suave.
  • Comezón.
  • Enrojecimiento en vulva y vagina.

Ante la aparición de estas molestias es necesario confirmar el diagnóstico mediante historia médica completa y análisis de las secreciones vaginales; posteriormente, el ginecólogo determinará el tratamiento a seguir, que generalmente incluye diversos tipos de antimicóticos (medicamentos que matan a los hongos), por ejemplo, cremas y supositorios vaginales, así como tabletas que se administran vía oral.

VAGINITIS POR BACTERIAS

Es el tipo más común de vaginitis que afecta a las mujeres en edad reproductiva, y se presenta cuando las bacterias normales de la vagina crecen sin control y causan inflamación; la causa de esta anormalidad se desconoce, pero la infección regularmente se manifiesta mediante los siguientes síntomas:

  • Secreción de flujo lechoso o aguado de color gris.
  • Mal olor vaginal (similar al del pescado).

Debido a que estos síntomas pueden ser parecidos a los de otras infecciones en vagina, es preciso someterse a evaluación médica y análisis de laboratorio para identificar al microorganismo agresor y proporcionar tratamiento con antibióticos.

VAGINITIS POR TRICOMONAS VAGINALlS

Estos microorganismos, formados por una sola célula, infectan la vagina mediante el contacto sexual, lo que da lugar a enfermedad llamada tricomoniasis, que afecta al hombre al convertirlo en portador (la mayoría de las veces) y a la mujer de manera más agresiva, ya que ella normalmente desarrolla síntomas del padecimiento, por ejemplo:

  • Secreción de flujo con espuma, de color amarillo verdoso y fétido.
  • Comezón en y alrededor de vagina y vulva.
  • Ardor al orinar.
  • Incomodidad en la parte baja del abdomen.
  • Dolor durante el coito.

Además de tomar en cuenta los síntomas antes citados, el ginecólogo solicita análisis de las secreciones para confirmar el diagnóstico y, posteriormente, indicar antibióticos orales específicos.

VAGINITIS POR CLAMIDIA

Se adquiere por contacto sexual con personas infectadas ocasionando infección, la cual se diagnóstica con mayor frecuencia en mujeres jóvenes (entre 18 y 35 años de edad); este padecimiento aumenta el riesgo de padecer infertilidad y embarazos ectópicos (fuera de la matriz).

Aunque en ocasiones no presentan síntomas, otras veces las molestias son:

  • Aumento en el flujo vaginal.
  • Sangrado leve, especialmente después del coito.
  • Dolor en la parte baja del abdomen.
  • Ardor al orinar.
  • Pus en la orina.
  • Enrojecimiento e hinchazón de uretra y labios genitales.

VAGINITIS POR VIRUS

Estos microorganismos con frecuencia causan vaginitis y son transmitidos por vía sexual, entre ellos se encuentran el del herpes simple, el cual provoca dolor en el área genital asociado con lesiones y llagas, afecciones que generalmente son visibles en vulva, pero ocasionalmente están dentro de la vagina. Comúnmente, estrés o situaciones emocionales pueden ser factores que predisponen a la erupción de dicho germen.

Otra fuente de vaginitis es el papilomavirus humano, virus que también se transmite a través del contacto sexual; causa la formación de verrugas dolorosas en vagina, recto, vulva e ingles. En ambos casos se prescriben antivirales y aplicación de cremas que mitigan las molestias, pero en el segundo caso también llegan a ser útiles la crioterapia (congelamiento), electrocauterización (quema las lesiones) y láser (exposición con haz de luz de gran intensidad).

Si tienes cualquiera de los síntomas de una infección vaginal, debes ver a tu ginecólogo de inmediato, él sabrá cuál es el mejor tratamiento para combatirla.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Como en cualquier padecimiento, la vaginitis tiene medidas de prevención, por lo que te damos algunas recomendaciones generales para evitar ser víctima de ésta.

  • Mantén tu área vaginal limpia y seca. Debes lavarte la parte externa de la vagina todos los días con un jabón suave, y luego enjuagarla y secarte bien. No te apliques duchas vaginales, ya que, pueden alterar el equilibrio normal de organismos de la vagina, lo cual puede causar una infección vaginal, empeorar una infección o extender la infección hacia arriba, al área reproductora (el útero o las trompas de Falopio). No uses jabones perfumados, baños de burbujas o espumosos perfumados, tampones aromatizados, talcos vaginales o desodorantes vaginales en aerosol. Éstos pueden irritarte la vagina y causar una infección vaginal. Si tu área vaginal ya está irritada, no debes usar papel higiénico aromatizado, espermicidas o jabones fuertes.
  • No uses ropa ajustada o húmeda, ya que puede atrapar la humedad e irritarte la vagina. Si tienes que usar ropa ajustada, no la uses por períodos prolongados.
  • Usa ropa interior de algodón. Evita el nylon y la lycra. El algodón ayuda a absorber la humedad y permite que el aire circule. Nunca uses medias de nylon sin usar ropa interior de algodón por debajo.
  • Utiliza condones de látex (o poliuretano) para disminuir tus probabilidades de contraer enfermedades de transmisión sexual.
  • Mantén bajo tu nivel de estrés.
  • Si usas diafragmas, tapones cervicales o aplicadores medicinales, tienes que asegurarte de limpiarlos con agua tibia y jabón y de secarlos bien.
  • No laves la ropa interior con detergentes agresivos, ni aplicar suavizantes de telas ni cloro.
  • Utiliza papel higiénico de color blanco y sin perfume, así se puede evitar que se presente irritación.

¿CÓMO SE DETECTA?

Tu médico usará una especie de hisopo para tomar una muestra de tus secreciones vaginales para examinarla bajo un microscopio y hacer pruebas con un papel de pH. Esto puede requerir sólo un examen externo con muestras o un examen vaginal con un espéculo (un instrumento metálico o plástico que se inserta en la vagina y luego se abre para poder ver mejor la vagina y el cuello del útero). Pregúntale a tu médico cuál de estos exámenes es el más adecuado en tu caso para averiguar si tienes una infección vaginal. Las pruebas son muy simples y rápidas.

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