Cómo se congela un óvulo paso a paso
0:05El proceso de vitrificación de óvulos es una alternativa perfecta para mujeres de menos de 35 años que deseen postergar su maternidad hasta por 15 años o, bien, para aquéllas con algún diagnóstico como cáncer u otra enfermedad, por la cual deberán someterse a quimioterapias o radiación, lo que a su vez pudiera terminar con su reserva de óvulos o dañarlos, y que desean algún día ser madres.
Costos del proceso de congelación de óvulos
Debido a la dosis de hormonas que se usa para la estimulación de los folículos, el proceso quirúrgico ambulatorio, que incluye anestesiólogo, y el proceso de vitrificación, durante el primer año de este proceso la inversión fluctúa entre los 1000 y 1500 USD. A partir del segundo, que sólo requiere del ‘mantenimiento’ o la criopreservación de los óvulos, el gasto anual sería de 1000 USD. No obstante, y debido a que día a día surgen nuevas tecnologías, tales gastos podrían disminuir.
El proceso para congelar un óvulo es:
Primero, la paciente recibe una estimulación ovular a través de medicamentos de manera exógena; hormonas que ella produce de manera natural, pero que al elevarse con la dosis indicada consigue que los folículos vayan creciendo. Alguien de menos de 35 años puede producir entre diez y 15 folículos.
Luego de 12 días de estimular los folículos, en la clínica se realiza un proceso ambulatorio que dura entre 15 y 20 minutos en promedio, en el que se utiliza anestesia local y se procede a aspirar el contenido de los folículos, o sea, los óvulos.
Éstos se revisan y se someten a un congelamiento ultrarrápido a través de nitrógeno líquido, quedando a -190 grados centígrados. A esto se le llama vitrificación.
Los óvulos se colocan en crioprotectores, donde se criopreservarán en perfectas condiciones por entre 10 y 15 años; en ocasiones más. Una vez que la mujer decida ser madre, dichos óvulos se descongelan.
Antiguamente, cuando se sometían a dicho descongelamiento, algunos óvulos podían no sobrevivir, pero gracias al actual método se recupera entre el 70 y el 80 por ciento de los óvulos criopreservados.
Se procede a fecundarlos invitro con el semen de la pareja. Esto consiste en colocar a cada óvulo una cantidad de 80 a 100 mil espermatozoides y permitir que el proceso de selección del óvulo elija al más adecuado, tal cual sucede de manera natural en las trompas de Falopio. Si el conteo de esperma de la pareja llegara a ser bajo, se inyecta directamente el espermatozoide al óvulo. Sólo en esos casos.
Pasadas 12 a 18 horas, se observan los óvulos fecundados que comienzan a duplicar sus células. Al tercer día deben observarse ocho células, es decir embriones. Se eligen los dos o hasta tres mejores (células simétricas, homogéneas y que no tengan fragmentos).
Con una cánula especial se trasladan al endometrio, previamente preparado, de la futura madre. Por lo general, uno o hasta dos de esos embriones llegarán a término. Rara vez se dan embarazos de triates. No obstante, con los adelantos de la ciencia que se esperan, se promete que en poco tiempo sólo será necesario implantar un solo embrión.
Una mujer queda embarazada a la edad que desee con un óvulo propio y, lo mejor de todo, tan joven como cuando los congeló. Puede tener 40 años y su hijo será producto de un óvulo con la calidad y características de cuando tenía 32.
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