Sexo para desestresarte
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Por si -quizá- no te hemos convencido con algunas de las 237 razones (positivas eso sí) por las que muchas personas tuvieron sexo la última vez, en esta ocasión nos vamos a hacer eco de una noticia que de buen seguro podría alegrarte (y alegrarnos) el día.
Tal y como han tratado ya en alguna que otra ocasión nuestros compañeros de Depsicología (el blog de psicología y las relaciones sociales), millones de personas viven a día de hoy algo más que estresadas, algo que podría provocarles ciertas consecuencias y alteraciones en su salud mental, emocional y física.
Sin embargo, de acuerdo a algunas investigaciones y estudios recientes, habría una buena forma de ir apaciguando poco a poco ese estrés hasta casi eliminarlo. ¿La solución?: La práctica de sexo, la cual se ha convertido en una auténtica “vacuna” en contra de este mal del siglo XXI.
Y es que, tal y como ha llegado a afirmar el médico naturista Santiago de la Rosa, de Madrid, en España, “mantenerse activo entre las sábanas aporta un rápido y placentero empuje de energía, y es una valiosa ayuda natural para manejar y aliviar el estrés“.
En este caso, el orgasmo aumenta los niveles de la hormona oxitocina, la cual revitaliza a la persona temporalmente, y el sexo aumenta el riego sanguíneo y la oxigenación pulmonar, así como la producción de endorfinas, hormonas que también mejoran el estado de ánimo.
Asimismo, el sexo es un óptimo inductor del sueño y un buen relajante. No obstante, y si el nivel de deseo no sería el óptimo para practicarlo, prueba lo siguiente: comienza con un cálido abrazo. Porque, según indica de la Rosa, “los niveles de oxitocina se elevan incluso con las caricias“.
Tal y como han tratado ya en alguna que otra ocasión nuestros compañeros de Depsicología (el blog de psicología y las relaciones sociales), millones de personas viven a día de hoy algo más que estresadas, algo que podría provocarles ciertas consecuencias y alteraciones en su salud mental, emocional y física.
Sin embargo, de acuerdo a algunas investigaciones y estudios recientes, habría una buena forma de ir apaciguando poco a poco ese estrés hasta casi eliminarlo. ¿La solución?: La práctica de sexo, la cual se ha convertido en una auténtica “vacuna” en contra de este mal del siglo XXI.
Y es que, tal y como ha llegado a afirmar el médico naturista Santiago de la Rosa, de Madrid, en España, “mantenerse activo entre las sábanas aporta un rápido y placentero empuje de energía, y es una valiosa ayuda natural para manejar y aliviar el estrés“.
En este caso, el orgasmo aumenta los niveles de la hormona oxitocina, la cual revitaliza a la persona temporalmente, y el sexo aumenta el riego sanguíneo y la oxigenación pulmonar, así como la producción de endorfinas, hormonas que también mejoran el estado de ánimo.
Asimismo, el sexo es un óptimo inductor del sueño y un buen relajante. No obstante, y si el nivel de deseo no sería el óptimo para practicarlo, prueba lo siguiente: comienza con un cálido abrazo. Porque, según indica de la Rosa, “los niveles de oxitocina se elevan incluso con las caricias“.
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