Sexoadictos sufren por falta de control
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La hipersexualidad es la necesidad incontrolable por tener sexo anal, oral y vaginal, y su motivación lúdica está fijada con las relaciones sexuales con otras personas hasta masturbación o un ávido consumo de pornografía.
Estas personas, catalogadas como hiperactivos sexuales o adictos al sexo, generalmente son inseguras, con tendencia a la depresión, a la ansiedad, con baja autoestima, y para quienes la conquista es el único medio para sentirse bien; sin embargo, aparentan ser extrovertidas, divertidas, con facilidad de palabra, audaces, además de cuidar demasiado su apariencia.
Para el sexoadicto el acto sexual se convierte en una forma de sustituir y compensar carencias afectivas no obtenidas. Desde el punto de vista físico, se caracterizan por tener una fijación por el placer, lo cual les ayuda a deshacerse del malestar psíquico causado por conflictos emocionales.
De acuerdo con información de la revista Sport Life, la compulsión inicia cuando la excesiva necesidad de sexo comienza a interferir en otros aspectos de la vida; cuando el sexo controla al individuo y no al revés.
Para calificar la gravedad de la adicción no se toma en cuenta la frecuencia de los encuentros sexuales, sino el malestar emocional que genera la falta de control.
Estas personas, catalogadas como hiperactivos sexuales o adictos al sexo, generalmente son inseguras, con tendencia a la depresión, a la ansiedad, con baja autoestima, y para quienes la conquista es el único medio para sentirse bien; sin embargo, aparentan ser extrovertidas, divertidas, con facilidad de palabra, audaces, además de cuidar demasiado su apariencia.
Para el sexoadicto el acto sexual se convierte en una forma de sustituir y compensar carencias afectivas no obtenidas. Desde el punto de vista físico, se caracterizan por tener una fijación por el placer, lo cual les ayuda a deshacerse del malestar psíquico causado por conflictos emocionales.
De acuerdo con información de la revista Sport Life, la compulsión inicia cuando la excesiva necesidad de sexo comienza a interferir en otros aspectos de la vida; cuando el sexo controla al individuo y no al revés.
Para calificar la gravedad de la adicción no se toma en cuenta la frecuencia de los encuentros sexuales, sino el malestar emocional que genera la falta de control.
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