El estado sentimental nunca debería ser motivo de sensación de fracaso crónico porque toda vivencia es un aprendizaje y cada ser humano puede obtener sus conclusiones a partir de sus propias experiencias. Existen vivencias que dejan una huella especial en el corazón: la mala suerte en el amor hace que algunos solteros queden bloqueados en un bajo concepto de sí mismos. O mejor dicho, no es la realidad en sí misma el foco de conflicto sino la interpretación que la persona hace de su realidad. Elevar la autoestima es un objetivo sano necesario para cualquier persona. Hoy en Son Pareja damos las claves para subir el ánimo de aquellos solteros que han perdido la confianza en sí mismos.

La vida es mucho más que amor de pareja

Existen personas solteras que se frustran porque ponen su atención en aquello que no tienen: una pareja. Y dejan en un segundo plano todo aquello que sí poseen y a lo que no dan valor. Es importante recuperar el orden de prioridades de una vida feliz: lo más importante eres tú y tu bienestar. A partir de ahí, lucha por tus objetivos profesionales, cultiva tus relaciones de amistad, practica tus aficiones en el tiempo de ocio, disfruta de la familia y si tu deseo es encontrar pareja, entonces, no cierres las puertas al amor. No te condiciones a ti mismo con un montón de pensamientos negativos.

El factor tiempo

Existen personas solteras que tienen un diálogo interior negativo. Se bloquean por estar solteras a día de hoy pero además, se hablan a sí mismas como si su situación fuese a ser siempre la misma. Que estés soltero a día de hoy no significa que vayas a estarlo dentro de dos años. Modifica tu diálogo interior para hablarte en un tono más amable, igual que hablarías a tu mejor amigo si estuviera en tu situación.

Deja de idealizar

Deja de idealizar a los demás como si el hecho de tener pareja fuese el máximo de felicidad y estar soltero fuese una pesadilla. Ni una opción es ideal ni la otra tampoco. Toda opción de vida tiene sus puntos positivos y sus momentos dulces pero también, existe un lado menos amable en la balanza. Una persona soltera, por ejemplo, no tiene que perder energía emocional en afrontar discusiones de pareja ni tampoco, crisis sentimentales.