Postura de la ofrenda
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El control
En esta postura tú eres pasiva pero gozas del placer que te da tu amante. Él es quien lleva el control de la cadencia y dirige el ángulo de penetración del pene. Él debe tener la suficiente fuerza para sostenerte sin rendirse durante el coito, pero además debe mantener el ritmo y su erección.
Las sensaciones
Esta dominante postura a él lo enloquece porque le permite una penetración muy profunda y un contacto muy estrecho entre los genitales de ambos. Además tu vagina encierra estrechamente su pene, ejerciendo una intensa presión en él. Pero también a ti te fascinará esta posición porque permite lograr sensaciones muy intensas en tu punto G, entrada y paredes frontales de la vagina.
Mejora la excitación
Las sensaciones de las penetraciones pueden aumentar considerablemente si:
* Tú modificas el ángulo de la pelvis de arriba hacia abajo.
* Tú aprietas las piernas para sentir más en el clítoris y en los labios menores.
* Él realiza movimientos ascendentes y descendentes de tu pelvis durante la penetración.
Fuente: Mujer
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