Sexualidad después del cáncer de mama
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En el grupo de mujeres mayores de 25 años, el cáncer de mama es la segunda causa de muerte por procesos tumorales, sólo superado por el carcinoma cérvico uterino en México, sin embargo las necesidades y sentimientos relacionados con la sexualidad en la persona enferma de cáncer no son una preocupación habitual en la práctica diaria.
Es un tema poco frecuente en los libros y reportes dedicados al diagnóstico y tratamiento del cáncer, y por ello resulta importante conocer los cambios físicos que pueden ocurrir en la mujer que amas y ha padecido cáncer de mama.
Aparte de reconocer que hay una posibilidad de perder por completo o parcialmente los senos, padecer menopausia temprana debido a la quimioterapia, infertilidad y posibles efectos del tratamiento sobre la libido, existen otros temas importantes que abarcan la imagen corporal, el atractivo sexual y la feminidad que tal vez hayas pasado de largo.
Como pareja, pueden experimentar cambios en las relaciones sexuales que sostienen. Esto puede ser causado por razones tanto físicas como psicológicas, o ambas de acuerdo a publicaciones del National Breast and Ovarian Centre. Algunos tipos de tratamientos para el cáncer pueden tener un gran impacto en el impulso sexual.
Los cambios físicos que presenta una mujer después del cáncer tienen repercusiones en su imagen corporal lo que afecta sus sentimientos sobre la sexualidad y sobre hacer el amor. Algunas mujeres inclusive pueden encontrar difícil quitarse la ropa enfrente de su pareja o marido después de la cirugía.
El poco deseo sexual es una de las disfunciones sexuales más complejas. Las causas físicas en pacientes con cáncer incluyen: depresión del sistema nervioso central debido a dolor generalizado y fatiga, demencia difusa o medicación tranquilizante. Algunos medicamentos antieméticos y opioides elevan los niveles de prolactina y ello disminuye el deseo sexual.
Se recomienda que la pareja y el paciente con cáncer analicen abiertamente su sexualidad y lo platiquen con su médico (o con la ayuda del profesional con el que se sientan más cómodos) para la resolución más apta y oportuna del problema.
Es un tema poco frecuente en los libros y reportes dedicados al diagnóstico y tratamiento del cáncer, y por ello resulta importante conocer los cambios físicos que pueden ocurrir en la mujer que amas y ha padecido cáncer de mama.
Aparte de reconocer que hay una posibilidad de perder por completo o parcialmente los senos, padecer menopausia temprana debido a la quimioterapia, infertilidad y posibles efectos del tratamiento sobre la libido, existen otros temas importantes que abarcan la imagen corporal, el atractivo sexual y la feminidad que tal vez hayas pasado de largo.
Como pareja, pueden experimentar cambios en las relaciones sexuales que sostienen. Esto puede ser causado por razones tanto físicas como psicológicas, o ambas de acuerdo a publicaciones del National Breast and Ovarian Centre. Algunos tipos de tratamientos para el cáncer pueden tener un gran impacto en el impulso sexual.
Los cambios físicos que presenta una mujer después del cáncer tienen repercusiones en su imagen corporal lo que afecta sus sentimientos sobre la sexualidad y sobre hacer el amor. Algunas mujeres inclusive pueden encontrar difícil quitarse la ropa enfrente de su pareja o marido después de la cirugía.
Pérdida del deseo sexual en pacientes con cáncer
De acuerdo a publicaciones del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología de Cuba, la mayoría de los problemas de deseo sexual en los pacientes crónicamente enfermos tienen que ver con la pérdida global de interés en el sexo. Algunos pacientes con cáncer, especialmente mujeres, desarrollan aversión a la actividad sexual con elementos fóbicos.El poco deseo sexual es una de las disfunciones sexuales más complejas. Las causas físicas en pacientes con cáncer incluyen: depresión del sistema nervioso central debido a dolor generalizado y fatiga, demencia difusa o medicación tranquilizante. Algunos medicamentos antieméticos y opioides elevan los niveles de prolactina y ello disminuye el deseo sexual.
Se recomienda que la pareja y el paciente con cáncer analicen abiertamente su sexualidad y lo platiquen con su médico (o con la ayuda del profesional con el que se sientan más cómodos) para la resolución más apta y oportuna del problema.
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