Creer que un desamor solo afecta a un ámbito personal es no entender que los diferentes aspectos de la vida influyen entre sí a modo de causa y efecto. Un trabajador que se siente muy bien en su vida privada tiene más opciones de sentirse mejor en su trabajo que alguien que sufre un desamor y siente que las fuerzas no le responden como antes. Además, el desamor también reduce la capacidad de concentración ante la dificultad para fijar la mente en un punto concreto. Por ello, el trabajador tiene que hacer un plus de esfuerzo para poder compensar esas carencias.

El desamor en el ámbito laboral

El desamor puede afectar desde una doble perspectiva. En positivo, puede que el trabajador encuentre en su ejercicio profesional un buen estímulo para refugiarse y tener la mente ocupada para no pensar tanto en las tristezas internas. Esto suele suceder en el caso de aquellas personas que hacen un trabajo que les gusta mucho.

En cambio, a nivel interno, también puede suceder todo lo contrario. El trabajador puede echar de menos más tiempo libre para estar en casa sin hacer nada tumbado en el sofá. El desamor real va acompañado de una tristeza profunda. Y la tristeza requiere de descanso.
En un momento de desamor, cuando la concentración del trabajador es más baja, puede ser más difícil afrontar un trabajo creativo.

Situaciones posibles

Por otra parte, es difícil disimular un desamor porque las personas cercanas notan el cambio de humor del afectado. En el plano laboral, los compañeros de trabajo también pueden notarlo e interesarse por el tema. Algo que puede resultar incómodo a aquellos que no quieren hablar de su vida privada en horario de oficina. En un caso así, no te sientas obligado a contar la verdad y hablar del tema, únicamente, en el caso de que un compañero también sea tu amigo de confianza.