A todos nos pasa que de una manera u otra en determinados momentos de la vida no nos sentimos a gusto con nuestro cuerpo y comenzamos a dejar la intimidad de lado. Hombres y mujeres, pasamos por momentos de vergüenza a la hora de tener que quitarnos la ropa.

Sobrellevar ésta situación a muchos puede parecerles algo realmente molesto, pero no deberíamos sentir vergüenza de nuestra desnudez, todos de una forma u otra, tenemos partes de nuestro cuerpo que no nos agrandan, o se ven poco estéticas. Lo mejor es nutrir nuestra autoestima y poner actitud.

La desnudez no tiene porque ser perfecta, un cuerpo armonioso, si bien es muy atractivo, en la pareja existen otros condimentos que nos atraen, y la sexualidad si bien forma parte de compartir el cuerpo sin ropas, también tiene su lado espiritual. Sabemos perfectamente que aquella persona que nos atrae y alimenta nuestro deseo no siempre tiene un cuerpo perfecto.

En el caso puntual de las mujeres que generalmente somos las que más desconformes estamos con nuestro cuerpo, debemos destacar que a los hombres les gusta disfrutar de nuestra desnudez más allá de esos defectos que nosotras detestamos. La aceptación de nuestro cuerpo es fundamental para gozar de una sexualidad a pleno.