Si bien el pene es un órgano exterior de gran elasticidad y fortaleza difícilmente pueda lesionarse, pero muchas veces durante la actividad sexual el mismo puede sufrir desgarros e inclusive fracturas debido a agresiones o a fuerzas mal realizadas.

Las fracturas de pene generalmente pueden ocurrir cuando el mismo se ve expuesto a fuerzas anormales mientras está erecto, durante el coito cuando la pareja se encuentra sentada a horcajadas y se produce un desgarro sobre la capa fibrosa que envuelve los cuerpos cavernosos que albergan su tejido eréctil.

Las lesiones pueden ser sobre los dos cuerpos cavernosos, sobre uno de ellos, y en los casos más graves la lesión puede extenderse hasta la uretra. En todos los casos los síntomas más comunes son el sonido bien claro de la quebradura, seguido de la pérdida de la erección, mucho dolor, y hematomas en la zona.

Cuando esto sucede se hace necesario acudir a la asistencia médica para que mediante ecografías pueda determinarse qué tipo de lesión se ha sufrido y cuál será el procedimiento a seguir para que el paciente pueda recuperarse ya que en todos los casos se necesitará de intervención quirúrgica.