Sabemos que las relaciones sexuales son una manera de comunicarse y con todos los sentidos con nuestra pareja, y luego de dar a luz, contactarse con el placer del propio cuerpo a las mujeres sueles llevarles algo de tiempo y muchas veces causa cierta dificultad con su compañero.

Cuando una mujer acaba de tener un bebé, son muchas las modificaciones que padece durante lo que se llama tradicionalmente cuarentena, muchas aseguran que se sienten asexuadas, muy sensibles, frágiles y extrañas con su propio cuerpo, lo que al momento de quitarse la ropa, para compartir nuevamente la sexualidad, termina resultando traumático.

Todos éstos cambios y el retomar su vida sexual, dependerán mucho de cómo han sido tratadas durante el embarazo y el momento de dar a luz, ya que esto es fundamental para que no pierdan el contacto con su cuerpo, dado que a veces se plantean, si su vagina habrá quedado más grande, si los puntos de la episiotomía pueden abrirse y un sinfín de dudas.

El retomar la vida sexual, luego del nacimiento de un hijo, debe respetarse, ya que los cambios psicológicos y físicos son muchos, puede haber pérdidas de sangre, dolores por las contracciones que el útero realiza para volver a su tamaño normal, y los senos molestos por el trabajo de amamantamiento, y estos cambios pueden pasar desapercibidos en algunas mujeres y en otras volverse realmente complicados.