El encuentro sexual es mucho más que la unión de dos cuerpos. Es energía palpitante, deseo vivo, pasión, en definitiva, placer que lo desborda todo . Cuando estos ingredientes existen, poco importa la posición que adoptes, ya que tu cuerpo estará en un estado de excitación tan alta que cualquier movimiento y postura te transportarán al cielo.

Sin embargo, cuando estamos en una relación estable y sostenida en el tiempo, el combustible del amor sexual se puede ir agotando, a veces, tan imperceptiblemente, que no alcanzamos a darnos cuenta cuánto se ha debilitado la llama que alguna vez fuera intenso fuego.

El Ananga Ranga es una obra sobre el erotismo, escrito en la India alrededor del siglo XV de nuestra era. Su contenido ha superado el paso de los siglos y aún sigue estando vigente para nuestras relaciones del siglo XXI. Este libro es un manual de instrucciones, muy poético, dedicado a los amantes y esposos para aprender el "arte de amar", con lo que les será más fácil mantener encendida la pasión a través del tiempo. Bien es sabido que el deseo sexual no se agota porque envejecemos, sino cuando una relación se desgasta y cuando perdemos de vista que la sexualidad es una faceta importante y necesaria en toda pareja (a menos que ambos estén bien sin sexo, pero ese es otro tema).

Una de las primera recomendaciones del Ananga Ranga consiste en evitar la monotonía, y usar siempre el juego amoroso antes y durante la relación sexual (coito). Pero, ¿cómo podemos ser creativos cuando estamos escasos de combustible, de pasión que nos inspire? El primer paso, según este manual del amor es aprender a ser hábiles en la forma de besar, abrazar y acariciar. Para esto sugiere diversas maneras de realizar los "placeres externos".

A continuación explica los "placeres internos", es decir,  la manera de realizar la unión sexual. ¿Sabías, por ejemplo, que la posición con el hombre arriba se puede realizar de 11 maneras distintas? Formas que tal vez nunca hayas imaginado, no por lo extrañas, sino por las grandes diferencias que pueden crear los cambios sutiles dentro de una misma postura. Esas variaciones irán despertando y estimulando diferentes puntos de placer en cada integrante de la pareja, a medida que la danza sexual vaya transcurriendo.