Cómo llevarte mejor con la familia de tu pareja
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Durante la Navidad, las relaciones familiares cobran
más peso todavía en la rutina cotidiana. Sin embargo, las relaciones
familiares atraviesan ciclos distintos a lo largo del año. Existen
personas que afirman que se llevan de maravilla con la familia de su
pareja, sin embargo, también existen casos en los que el nivel de
satisfacción personal no es tan elevado. ¿Cómo llevarte mejor con la
familia de tu pareja?
Evita establecer comparaciones
Uno de los principales puntos de conflicto surge de establecer comparaciones constantemente entre la familia de la pareja y la propia. En ese caso, al comparar dos realidades que en esencia, no son suscpetibles de paralelismo, comienza una lucha interior.
La percepción que una persona tiene de la familia de su pareja no es la misma que la que tiene de la propia porque el grado de implicación emocional y el amor, tampoco es el mismo. Es normal querer más a una madre que a una suegra, por ejemplo. Sin embargo, cada tipo de cariño es distinto.
Piensa en la felicidad de tu pareja
Lo más importante para tener una relación de felicidad familiar es que pienses en el bienestar de tu pareja. En la medida en que pones de tu parte para llevarte mejor con su familia, practicas la generosidad que es inherente al propio amor. Es decir, en una relación de pareja, no solo es importante pensar en los intereses individuales sino también, en los intereses comunes que propician el bien de ambos.
Para minimizar la frustración en las relaciones personales también es esencial tener un nivel de expectativas ajustado a la realidad. Una vez que conoces a una persona, lo más importante, es asumir su modo de ser. Existen personas que sufren durante la Navidad porque esperan un cambio en los demás, que no llega. Está claro que, más allá de las superación personal, cada ser humano sigue siendo el mismo.
Evita establecer comparaciones
Uno de los principales puntos de conflicto surge de establecer comparaciones constantemente entre la familia de la pareja y la propia. En ese caso, al comparar dos realidades que en esencia, no son suscpetibles de paralelismo, comienza una lucha interior.
La percepción que una persona tiene de la familia de su pareja no es la misma que la que tiene de la propia porque el grado de implicación emocional y el amor, tampoco es el mismo. Es normal querer más a una madre que a una suegra, por ejemplo. Sin embargo, cada tipo de cariño es distinto.
Piensa en la felicidad de tu pareja
Lo más importante para tener una relación de felicidad familiar es que pienses en el bienestar de tu pareja. En la medida en que pones de tu parte para llevarte mejor con su familia, practicas la generosidad que es inherente al propio amor. Es decir, en una relación de pareja, no solo es importante pensar en los intereses individuales sino también, en los intereses comunes que propician el bien de ambos.
Para minimizar la frustración en las relaciones personales también es esencial tener un nivel de expectativas ajustado a la realidad. Una vez que conoces a una persona, lo más importante, es asumir su modo de ser. Existen personas que sufren durante la Navidad porque esperan un cambio en los demás, que no llega. Está claro que, más allá de las superación personal, cada ser humano sigue siendo el mismo.
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