La araña

0:00

Ella se tumba de espaldas y eleva las nalgas. Puede flexionar sus piernas para apoyar en ellas el peso de su cuerpo. Para hacer más fácil la penetración, él se puede poner de rodillas. El varón, justo frente a ella, introduce el pene entre las piernas de su pareja. Además de acariciarle los muslos y las nalgas, puede acogerse a estas partes para impulsarse en la penetración. Para intensificar el contacto, ella puede rodearle con las piernas.

En esta portura, la mujer esta a merced del hombre en lo que a movimientos se refiere. Si se sostiene sobre sus piernas flexionadas, el cansancio será mínimo y podrá ejecutar movimientos más estimulantes.

Esta postura no es adecuada en los casos de eyaculación precoz o vaginismo. El hombre recibiría una amplia estimulación al realizar sus propios movimientos, mientras que la mujer no podría controlar el paso del pene en su vagina.



You Might Also Like

0 comentarios

Popular Posts